viernes, 31 de agosto de 2007

Ausonia te cuenta

Antes de ayer recibí un email de mi amigo Mehdi que me adjuntaba la siguiente carta:

To: Brand Manager, Procter & Gamble


Dear Mr. Thatcher,



I have been a loyal user of your Always maxi pads for over 20 years, and I appreciate many of their features. Why, without the LeakGuard Core(tm) or Dri-Weave(tm) absorbency, I'd probably never go horse riding or salsa dancing, and I'd certainly steer clear of running up and down the beach in tight, white shorts.

But my favourite feature has to be your revolutionary Flexi-Wings. Kudos on being the only company smart enough to realize how crucial it is that maxi pads be aerodynamic. I can't tell you how safe and secure I feel each month
Have you ever had a menstrual period, Mr. Thatcher?
Ever suffered from 'the curse'? I'm guessing you haven't.
Well, my 'time of the month' is starting right now. As I type, I can already feel hormonal forces violently surging through my body. Just a few minutes from now, my body will adjust and I'll be transformed into what my husband likes to call 'an inbred hillbilly with knife skills.' Isn't the human body amazing?
As brand manager in the feminine-hygiene division, you've no doubt seen quite a bit of research on what exactly happens during your customers' monthly visits from Aunt Flo.
Therefore, you must know about the bloating, puffiness, and cramping we endure, and about our intense mood swings, crying and out-of-control behaviour. You surely realise it's a tough time for most women. In fact, only last week, my friend Jennifer fought the violent urge to shove her boyfriend's testicles into a George Foreman Grill just because he told her he thought ‘Grey's Anatomy’ was written by drunken chimps. Crazy!
The point is, sir, you of all people must realize that the UK is just crawling with homicidal maniacs in capri pants. Which brings me to the reason for my letter.

Last month, while in the throes of cramping so painful I wanted to reach inside my body and yank out my uterus, I opened an Always maxi pad and there, printed on the adhesive backing, were these words:
'Have a Happy Period.'
Are you *+*#*ing kidding me?
What I mean is, does any part of your tiny middle-manager brain really think happiness - actual smiling, laughing happiness - is possible during a menstrual period? Did anything mentioned above sound the least bit pleasurable? Well, did it, James? FYI. Unless you're some kind of sick S&M freak girl, there will never be anything 'happy' about a day in which you have to jack yourself up on Nurofen and Kahlúa and lock yourself in your house just so you don't march down to the local Tesco's armed with a hunting rifle and a sketchy plan to end your life in a blaze of glory.
For the love of God, pull your head out, man. If you just have to slap a moronic message on a maxi pad, wouldn't it make more sense to say something that's actually pertinent, like 'Put Down the Hammer' or 'Vehicular Manslaughter Is Wrong'?
Or are you just picking on us?
Sir, please inform your accounting department that, effective immediately, there will be an £8 drop in monthly profits, for I have chosen to take my maxi-pad business elsewhere. And though I will certainly miss your Flexi-Wings, I will not for one minute miss your brand of condescending bullshit. And that's a promise I will keep.
Always.


Best,

Wendi Aarons

Me reí mucho, reenvié el email a algunas amigas y hoy mismo acabo de vivir un instante de hilaridad absoluta cuando descubro que efectivamente, en el papel que protege el adhesivo de las alas los muy capullos escriben mensajitos.

Mi compresa rezaba:

- El nivel de estrógenos puede potenciar la memoria.

- El nivel de estrógenos mejora la calidad de la piel y del cabello.

- Cuando no te baja la regla y no estás embarazada se llama amenorrea.

- Al acercarse la ovulación, la líbido se dispara.

Vivir para ver. ¿Qué será lo próximo? ¿Tampones con relieves en braile? En cualquier caso a partir de ahora la visión de una compresa siempre me provocará la risa. Amigas, lectoras, no dejéis de enviarnos cualquier otra misiva que descubráis. A ver si conseguimos sustituir los lloros del síndrome premenstrual por unas buenas carcajadas.

El reino de los bichos bola

Un ligerísimo ruido la saca de su ensimismamiento. Aparta la mirada de la pantalla del ordenador y en seguida ve que un bicho bola corre por la página del cuaderno de notas que tiene al lado. Era la primera vez que le llovía uno. ¿De dónde se habrá caído? ¿Vivirá en la viga? Desde que se había mudado a aquella casa se había percatado que se había adentrado en el reino de los bichos bola. No había arañas, ni cucarachas; bichos domésticos por excelencia. En su lugar, simpáticos seres grises con armadura articulada se paseaban con tranquilidad por toda la casa. Aquella convivencia le gustaba porque le traían recuerdos de infancia. Se acordaba de cuando los veían a la entrada del caserío de la abuela. Patricia, Juan y ella los observaban fascinados y jugaban a tocarlos levemente para que se replegasen formando diminutas bolas de azabache. Los de su niñez eran de un gris oscuro y reluciente mientras que sus actuales compañeros de piso eran de un gris deslavado. ¿Será la vida ajetreada de la ciudad, falta de vitaminas? Seguramente ella también ha perdido lustre. Coge un folleto y se dispone a capturar al animalillo. Éste corre por la mesa y … se tira al vacío. Mónica se queda perpleja. Cuando los capturaba siempre los defenestraba sintiéndose mal y rezando para que los bichillos resistieran el impacto. El bicho bola corre por el suelo. Sigue la cacería. La ve venir y se queda muy quieto con la esperanza de que así ella no lo vea. Mónica sonríe y se incorpora. Decide dejar tranquilo al paracaidista intrépido. Te has librado por los pelos. Lleguemos a una entente cordial: tú te quedas conmigo pero me tienes que prometer que no vas a saltar sobre mi cuando esté durmiendo. El bicho mueve sus antenitas y sigue con su paseo.

La trampa

Maldita sea. Cómo he podido ser tan estúpido. He caído en la trampa como un principiante. Elisa. Maldita sea. ¿Cómo ha podido traicionarme de esta manera? Me dijo que viniera aquí, que no pasaría nada... Marcelo miraba horrorizado al hombre que tenía delante. Gotas de sudor perlaban su frente. Sus ojos, muy abiertos, miraban a derecha e izquierda. Como él, querían huir. El hombre se acercaba cada vez más. Se adivinaba un objeto metálico y punzante en sus manos. Marcelo le miró a los ojos. El resto de la cara estaba cubierto por una máscara. Eran fríos. Inexpresivos. Marcelo nunca había sido un cobarde, pero ahora estaba a punto de llorar, presintiendo el dolor y la sangre. De pronto, su cuerpo se relajó: se había desmayado, presa del pánico. El hombre se retiró la máscara de la cara y observó a Marcelo sorprendido. En sus muchos años de ejercicio como dentista, nunca antes un paciente se había desvanecido en su consulta.

jueves, 30 de agosto de 2007

Practicantes no hay camino

Sí a las prácticas, aunque no sean remuneradas. No a las suplencias veraniegas encubiertas. Lo que en el mundo del periodismo se conoce como “hacer prácticas” es una práctica nada práctica para el practicante. Resulta que una está más verde que una lima y va con la ilusión de aprender, de nutrirse de la experiencia de grandísimos profesionales, de ser tutelada y resulta que cuando desembarca se encuentra en medio de una redacción que parece más bien un campo de batalla en pleno fragor del combate y claro, allí no encuentras a nadie que te dé la mínima indicación y de pronto te das cuenta que tú estás allí para sustituir a alguien que se ha ido de vacaciones y se espera de ti que seas tan operativa, o más, que la persona a la que has ido a cubrir. Aprendes a base de golpes y francamente, creo que hay mejores maneras de formar a la gente. Hablo del mundo del periodismo, que es el único en el que he hecho prácticas los cinco años de mi vida estudiantil, verano e invierno, y solo percibí un pequeño donativo en las prácticas de fin de carrera. Después de eso nunca más práctiqué, ejercí. Fui novata muchas veces y aprendí pero no era la sustituta de nadie. Tenía existencia propia ¡y nómina! Era una igual. Ahora ya no practico el periodismo profesionalmente. Escribo por gusto y sin ánimo de lucro y lo mejor de todo, sobre lo que me invade. Nadie me dicta, solo mi corazón y en él,la actualidad no prima. Ya no soy miembro de la tribu pero en la caída me he llevado muchos logros y aciertos: he viajado mucho, he vivido fuera y ahora, gracias a tantas idas tengo un trabajo que me permite pagarme mi casa, mis gastos, mis estudios. Trabajo para vivir y sigo en la búsqueda de la realización profesional, he vuelto a estudiar y quiero emprender nuevos rumbos. No sé qué me depara el camino porque todavía no existe, lo que sí sé es que no creo en la explotación disfrazada de oportunidad. Creo en el esfuerzo y en el sacrificio porque en esta vida no te dan nada “de gratis” pero creo en la justicia social. Aprendizaje sí, explotación no. ¿Hasta cuándo seguiremos aguantando? Naranjas, lacayos fieles y entusiastas que nos vamos dejando extraer hasta el último aliento.

Lo he publicado hoy en http://blogs.cadenaser.com/diario_de_clara/2007/08/exprimidos.html?cid=81097563#comment-81097563

Colapso del comportamiento

Hall cree que el ser humano no tiene solamente un sentimiento muy arraigado respecto al espacio conveniente, sino una necesidad real y biológica de él. La importancia de esto queda demostrada en estudios de población hechos sobre animales. [...] Pero ahora se sugiere que el espacio puede ser una necesidad tan acuciante para el hombre como el alimento. En experimentos realizados con ratas, se ha observado que mucho antes de que se presente un problema real de alimentación, los animales entran en un estado de tensión tal por falta de espacio, que comienzan a comportarse de una manera totalmente extraña: en realidad, deprimentemente humana. Los machos se vuelven homosexuales, corren en manadas, violan, asesinan y cometen actos de pillaje; o simplemente se dejan estar, volviéndose totalmente pasivos. Este comportamento descorazonador se denomina "colapso del comportamiento".

Extracto de La comunicación no verbal de Flora Davis.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Moderna

Ay Tere, ¡si es que no eres nada moderna! Menuda pinta que te traes, a ver si te espabilas un poquito guapa, que ya no estamos en el pueblo y yo no me puedo permitir el lujo de que me vean por ahí con una paleta como tú. ¡Menuda ropa! Me vas hecha un adefesio. Tú lo que tienes que hacer es tirar los trapejos esos que te ha dado tu abuela y renovar tu vestuario y de paso no estaría mal que adelgazaras un poco, que pareces salida de un anuncio de quesos holandeses.
Teresa miró hacia arriba en un gesto de resignación y pensó que a Macarena, o mejor dicho, a Maca que era como se hacía llamar ahora, la había poseído algún ser maligno y la había transformado en una especie de bruja anoréxica e histérica que profería sapos y culebras contra cualquiera que no fuera uber cool. Atrás había quedado aquella chiquilla luminosa y espontánea que tenía enamorado a medio Chiclana. En su lugar quedaba un ser enjuto y chupado con pinta de marabú.

Y este es para Txoni por descubrirme siempre joyas de la canción española (sigue!!!!!!!!! me tienes que mandar el nombre del cantautor este último...) y para Baker y Pablini, porque es el rollo que les mola, ellos que son super chupi pop. Gracias por ser modernos entrañables y maravillosos. Hay un guiño para alguien más... No sé si lo leerá porque últimamente está hecho un estirado.

Life could be simple but...

Pepa llegó por fin a casa después de una jornada maratoniana y mientras recogía las compras, encendió la tele para que le hiciera compañía. Trás algunos anuncios triviales uno de Movistar le llamó la atención. Era una parodia de lo "fácil" que resulta ensamblar muebles de Ikea y mostraba a una pareja que leía desesperada en las instrucciones de montaje nombres escandinavos de puertas, tuercas y herramientas. Pepa se echó una buena carcajada. Anda que no había pasado ella horas de su vida intentando armar los mecanos que proponía la famosa marca sueca... Cuántos recuerdos... En pantalla Movistar prometía entelequias de simplicidad y es que, según proclamaba en el spot, la vida ya es bastante complicada. De pronto la risa se congeló en su rostro. Y tanto, pensó Pepa, la vida es jodidamente complicada y nos gusta complicárnosla todavía más.

El reflejo

He aquí la primera aportación a Fave de Fuca de Mentxu. Favedefuqueros, vosotros la conocéis también. Ella nos lee, y ahora se anima también a escribir :-) ¡¡¡Bienvenida!!!

El reflejo
No te entiendo, te conozco desde hace tiempo y todavía puedes sorprenderme y déjame que te diga que hay veces que no sé qué es lo que te mueve a hacer las cosas que haces. A veces tengo ganas de cogerte de los hombros, de sacudirte, de hacer que reacciones, de enfrentarte a la verdad, de darte una bofetada de realidad. Pero entonces, superas mis expectativas, llegas en el momento adecuado, triunfas. Si fueras más constante, más coherente, más consecuente… No me mires así, no puedo soportar ese halo de inocencia en tus ojos. Te sabes culpable. ¿Con quién hablas?, preguntó él desde la ducha. Con el espejo, respondió ella mientras cerraba los ojos.

martes, 28 de agosto de 2007

Nueva radio

Emisora que mola mazo! Os podéis dar de alta y ver que música escuchan vuestr@s amig@s. Gracias Minimon por el tip. Registraros y pasad la bola.
http://www.lastfm.es
Kin, a ver si le das candela a tu morenita que la pobre se muere de tedio informativo.

Besos

De Yeats, porque es hermoso y estoy con la pedalina poética

Cuando estés vieja y gris y soñolienta
y cabeceando ante la chimenea, toma este libro,
léelo lentamente y sueña con la suave mirada
y las sombras profundas que antes tenían tus ojos.

Cuántos amaron tus momentos de alegre gracia
y con falso amor o verdadero amaron tu belleza,
pero sólo un hombre amó en ti tu alma peregrina
y amó los sufrimientos de tu cambiante cara.

E inclinada ante las relumbrantes brasas
murmulla, un poco triste, cómo escapó el amor
y anduvo en las cimas de las altas montañas
y entre un montón de estrellas ocultó su rostro.

jueves, 23 de agosto de 2007

Rincón en el paraíso

Era la primera vez que veía el faro bajo el sol radiante. Siempre que volvía le gustaba visitar aquel lugar tan único, tan cargado de fuerza. Sopla el viento. Eso no cambia. Sopla tanto que parece que ella también puede desplegar las alas para dejar el acantilado y planear sobre el mar. Hoy las gaviotas no gritan furiosas. Respira hondo y se concentra en la vista. Quiere que la retina lo capte todo. Rodea el faro y contempla las playas que recortan el Cantábrico y admira los montes morados y rosas de brezo. Nada es tan hermoso como lo que captan sus ojos. Tierra mágica que la inunda según llega y en la que cae rendida; atrapada por la niebla que desciende a buscarla desde las cumbres.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Incomunicación

Muuuuu. El perro de la granja Montes de Oca soltó un largo y triste mugido. A su lado, Jacinta, una preciosa vaca lechera, giró la cabeza y le observó con curiosidad. Vaya, no sabía que existiesen perros que supieran nuestro idioma, afirmó Jacinta con sorpresa en un perfecto castellano. El perro no contestó. Sólo sabía decir muuu y ladrar.

lunes, 20 de agosto de 2007

Arrullo para Txoni, por todo lo que significas para mí, que es mucho más de lo que tú ya sabes

“Txoni, lo que te pasa es que eres una sufridora, tienes que pasar de él y salir por ahí a desenfrenarte y a trajinarte a todo lo que se mueva, a ver si así se te quitan las miserias”. Hace mucho tiempo ese era el lei motif, el grito de guerra que él profería para que saliera a flote y se olvidara de un desamor que le estaba comiendo la vida. Ha pasado ya tiempo desde que él ya no pronuncia la arenga. La herida ha sanado aunque la cicatriz es profunda. Suena atronador el Rid of me de PJ Harvey y ella sonríe porque esa es solo una de las cosas que le recuerdan a él. Hay muchas cosas que para siempre estarán irremediablemente atadas a él, muchísimas. Él ha escrito ya muchas de las páginas de la historia de su vida. Cierra los ojos y se ve sentada junto a él, en el sofá de Purbroke, escuchando música y fumando sin parar. Tantas cosas le recuerdan a él. “Reeling, reeling”, brama el altavoz. No queda nada para volverle a ver. Ahora viven lejos pero él siempre está cercano. Nunca le ha dicho que lo que la sacó del pozo no fueron los desenfrenos sino el brazo firme de su amistad que la rescató del vacío.

lunes, 13 de agosto de 2007

Me gusta Malasaña, me gustas tú

En este blog no estamos todos, faltas tú. Ahora sé qué es lo que te impide estar con nosotros... http://blogs.cadenaser.com/diario_de_clara/ Fave de Fuquianos, no os perdáis esta joya del más distinto de los distintos. Te canto lo que canta nuestra vecina: no cambie, no cambie, no cambie...

Superstición

El día en que Aurelio rompió sin querer el espejo del cuarto de baño, perdió a su mujer, su trabajo y el primer pelo de su larga melena, inaugurando así un período de mala suerte que pasaría a los anales de Tarapoto. Afortunadamente, cuatro años después, un trebol de cuatro hojas le obsequió una mujer que le quiso con locura, un próspero negocio que heredarían sus hijos y la certeza de que una calva monda y lironda podía ser toda una bendición.

jueves, 9 de agosto de 2007

Adiós al verano

El ruido de los coches que circulan sobre el pavimento mojado le indica que la lluvia sigue cayendo mansa sobre la ciudad. En su oficina nada ha cambiado durante las casi tres semanas de ausencia. El teléfono suena y los recuerdos del mar, la playa y el reencuentro con los amigos se evaporan. En dos días tiene que presentar un informe sobre las expectativas de crecimiento de la industria periodística en España. El primer marrón postvacacional. Definitivamente, se había acabado el verano.

martes, 7 de agosto de 2007

Un martes cualquiera

Alfonso ni siquiera se molesta en no hacer ruido para evitar despertar a su mujer al entrar en la habitación que aún comparten. Sabe que ella no le reprochará que llegue de madrugada a casa un martes cualquiera. Los años de los gritos, las escenas de celos y las acusaciones de infidelidad quedaron hace tiempo atrás, y ahora Marta y Alfonso fingen una normalidad que engaña a todos menos a ellos mismos. Media hora después Alfonso ronca desprecupado, aprovechando las tres horas de sueño que el despertador aún le concederá. Marta abre los ojos y se incorpora. Se ha cansado de las visitas casi diarias de su marido a esa amante de la que en estos tres años no ha querido saber. Se ha cansado de fingir y de sentirse invisible y una idiota. Sale al salón, donde, sin hacer ruido, cambia su camisón por unos pantalones de pana y un jersey de cuello alto. Vuelve a mirar el billete de avión y la maleta junto a la pared. Dentro de tres horas sale con destino a Nueva York. Alfonso cree que se va de vacaciones con unas amigas. De compras. Marta sabe que no volverá. Está segura de que los 800.000 euros que Alfonso desfalcó a la empresa y que ahora están en una cuenta a su nombre le servirán para coger otro vuelo a cualquier otro sitio donde empezar de nuevo. Alfonso, por supuesto, no se despierta cuando la puerta de casa se cierra y su vida, aunque él aún no lo sepa, comienza a desmoronarse un martes cualquiera.