viernes, 9 de marzo de 2012

El perdedor

Tus ojos me dicen que esta noche has vuelto a perder y que nada de lo que diga te servirá de consuelo. Tus labios apretados me confirman que no quieres que te acoja con miradas comprensivas ni silencios compasivos. Por eso, esta vez no rogaré para que me dejes entrar en tu habitación y me permitas curar tus heridas. Tus ojos vacíos se reflejan en los míos, pero tan ensimismado estás en tu propia derrota que no te das cuenta de que resolutos dicen: mañana me marcho.