miércoles, 19 de diciembre de 2007

Cinco minutos

Tienes cinco minutos para crear algo. Ni uno más, dijo el mago. La mente de Mina se quedó en blanco y comenzó a transpirar a causa de la ansiedad. Cinco minutos era un suspiro, un espacio de tiempo demasiado breve para imaginar algo. La torre del castillo se balanceaba como un junco al compás de las ráfagas de viento del nordeste. Si no escribía algo pronto, Mina moriría. Dos minutos y nada. La hoja permanecía en blanco y Mina oía como Volkor subía por las escaleras. Mina cogió la pluma y escribió: y entonces Siu, señor del agua, dragón protector del reino de Lot se acercó surcando los cielos.

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