miércoles, 17 de diciembre de 2008

La decisión

Guardar, no guardar, cancelar. Aurelio se quedó paralizado por la duda. No era una decisión del todo libre, pues el verbo guardar se encontraba destacado en una aureola azul. Guardar suponía aceptar todo lo que había escrito. Le pareció valiente, pero arriesgado. No guardar conllevaba la desaparición de todo lo escrito. Le pareció cobarde, pero seguro. Cancelar significaba dejar las cosas como estaban hasta ese momento. Le pereció prudente, pero no resolvía la duda.

2 comentarios:

Anita Baker dijo...

vaya, me siento un poco identificada con este cuento

Mari Pickford dijo...

No eres la única. ¡Qué difícil es tomar decisiones!