jueves, 20 de diciembre de 2007

La fiesta

De momento, voy a ir llenando la piscina hinchable. Luego prepararé unas bebidas y algo para picar. No voy a cancelar mi fiesta por esta tontería. Los niños jugarán en el agua, mientras sus papás meriendan en el jardín. Cuando todo haya pasado, tendré tiempo para ocuparme de él. Nunca fue muy sociable el pobre, ¿quién va a echarle de menos?
Sólo cuando la fiesta ya llegaba a su fin y el niño de los Lastra insistió en ver de nuevo el acuario, Elvira perdió los nervios y confesó haber matado a su marido. Con el cuchillo del jamón, para más inri.

2 comentarios:

pablini dijo...

Órdigas, Mari, una historia de Agatha Christie en unas pocas líneas. Qué tia.

Lady Sullivan dijo...

El niño de los Lastra? Al paso que vamos mis primos y yo creo que nos vamos a extinguir, aunque creo que alguna rama reproductora de la familia debe haber por ahí. En argentina, for instance.