Ya me contó Mari que boicoteáis al relato en cadena. En fin, aunque estoy harta de ventiladores, ¡qué afán, por Dios!, aquí está mi propuesta para esta semana.
- Yo te llevaré un ventilador. Te llevaré el huracán del Trópico, los vientos alisios de las islas, la brisa marina de nuestra playa, el lento abanicar de un pay-pay en Pekín. Te lo prometo.
Elena le miró y sonrió. No se podía quejar, hoy tenía un buen día. Se incorporó en su cama del hospital y apagó las velas de la tarta de cumpleaños de un soplido.
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