Contradicción
- No me toques
A mí me gusta verle así, desnudo y tembloroso.
Es el único instante en el que siente algo, en el que no es un trozo de hielo ni una pared de hormigón.
- Abrázame
Y yo, obediente, busco mi sitio en su cuerpo. Adapto mis huesos a los suyos, acompaso mi respiración. Le protejo. Me convierto en la madre que él anhela y dejo de ser la mujer que quiero ser.
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