miércoles, 12 de septiembre de 2007

vacaciones

Echada hacia atrás y con los ojos cerrados, Lucía podía sentir la calidez de los rayos de sol en su ya bronceado cuerpo. La suave actividad de las olas llegando a la orilla la sumía en un apacible letargo, muy cercano al sueño.

- ¡Lucía, el jefe por la 2!

La satisfacción que mostraba su cara se desdibujó en un santiamén.

Otras vacaciones, más.

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