miércoles, 2 de abril de 2008
Más madera, necesito arder
Lleva dos días ocupado con el tema. Revisa el motor, limpia la carrocería, le da, a ese coche adquirido para volar, todo el cuidado del que es capaz, él que ha perdido la pasión por la mecánica. Ayer quiso salir a hacerlo estallar por la carretera y no hubo manera. El motor se paró y estuvo emitiendo extraños silbidos toda la noche. Esta mañana tampoco ha habido manera. Ha arrancado pero le ha dejado atrás. Roberto mira el asfalto y piensa como sería volver a conducir un coche de verdad. El último modelo que tuvo le convirtió en el rey de la pista y ahora, a pesar de la inversión realizada para adquirir su actual vehículo, sueña como sería ponerse al volante de ese utilitario que es dorado como la arena, como el sol, como el fuego. "Más madera, necesito arder", aúlla.
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