viernes, 4 de abril de 2008

Cuando se ha perdido todo

"En ese estado de embriaguez nostálgica se cruzó por mi mente un pensamiento que me petrificó, pues por primera vez comprendí la sólida verdad dispersa en las canciones de tantos poetas o proclamada en la brillante sabiduría de los pensadores y de los filósofos: el amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre. Entonces percibí en toda su hondura el significado del mayor secreto que la poesía, el pensamiento y las creencias humanas intentan comunicarnos: la salvación del hombre sólo es posible en el amor y a través del amor. Intuí cómo un hombre, despojado de todo, puede saborear la felicidad -aunque sólo sea un suspiro de felicidad- si contempla el rostro de su ser querido". - Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido.

Y despertó en calma beatífica de aquel sueño. Volvía a verle. Él estaba sentado en una silla y ella se dirigía a él y le abrazaba durante un tiempo infinito. Él no se levantó de la silla y, mientras le abrazaba, ella pudo contemplar en el reflejo de un espejo su rostro sereno y el rostro de él que se desfiguraba en una mueca de tristeza mientras grandes lágrimas brotaban de sus ojos de lobo azules. Entonces comprendío que la pena se había esfumado y sólo los buenos recuerdos y un amor profundo e indoloro permanecían.

2 comentarios:

Anita Baker dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anita Baker dijo...

Me gusta, Sullivan