De mi querida tía Charo Lastra, fallecida el 2 de abril de 2007.
Te echo de menos todos los días.
Para la muerte nada quiero dejar,
todo para la vida,
las canciones, los trenes,
los viajes, las maletas de sueños,
los paseos, la luz,
las campanillas...
Para la muerte nada quiero que quede.
para la vida todo,
las palabras, los besos,
los grillos, los azules del mar,
las mariposas,
las mañanas de abril,
las nubes,
mis amigos, los árboles
y los seres que quiero, sobre todas las cosas.
Pero a la muerte, no, no le dejaré nada
más que matarme, y cuando esté bien muerta
que se lleve lo suyo,
lo estrictamente suyo.
Abril 2004
jueves, 21 de junio de 2007
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3 comentarios:
San, tu tía tenía un fran talento literario, y como vemos eso tampoco se lo dejó a la muerte, porque aquí estamos leyéndola. Muchos ánimos.
Quería decir 'gran'. Esto es lo malo de los comentarios, que no se pueden editar después de publicados :-)
A mí también me ha puesto los pelos de punta. Vaya lección
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