En 100 palabras queda así:
“Ése viene a por ti. Corre Ankuwillka. ¡Corre!” - aulló Kurumi. El niño se lanzó monte abajo mientras el cóndor descendía en picado.
Hace muchos años, el pueblo de Ankuwillka vivía feliz. Las cosas cambiaron cuando Lawrawa, dios alado, decidió que los moradores del valle serían pasto ocasional de los señores de las cumbres.
Kurumi dispara una flecha arco iris en un intento desesperado por salvar a su amigo. El cóndor taladra a Ankuwillka con sus poderosas garras. El niño siente la bala y se desploma. Kurumi galopa por la ladera. Tiene que huir. La próxima vez vendrán a por ella.
martes, 16 de octubre de 2007
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3 comentarios:
mándalo ya!!!
Ya está! Poneros las pilas. Audiencia con el tío Celerino ya!
No sé si tendré un hueco de aquí al viernes... Espero que sí
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