miércoles, 10 de octubre de 2007

Los puntos blancos

Contemplaba el mapa iluminado por los puntos blancos y sonreía al reconocer los lugares donde moraban los seres queridos. Bilbao, Londres, París, Estocolmo, Santiago de Chile, Madrid, Asturias, Cantabria, Berlín; Madrid, punto inmenso... Atestiguaban presencias decisivas todas ellas.
Le encantaba ver puntos en lugares desconocidos y le maravillaba que gente de todo el planeta pudiera leer los relatos íntimos del clan del tío Celerino. Especial ilusión le hacía reconocer los lugares de aquellos lectores que se habían manifestado, como aquel portugués tan entrañable y comprometido que se atrevió a dejar un comentario. Le encantaba imaginar los rostros y las vidas de aquellos extraños que habían entrado por casualidad y miles de preguntas le venían a la mente.

Como siempre, hoy miró el mapa y entonces descubrió un punto como una sombra sobre un lugar que bien podría ser Malmö...

1 comentario:

Lady Sullivan dijo...

Éste es para todos aquellos que nos leen porque nos quieren y sobre todo, para aquellos que lo hacen sin conocernos. Es bonito saber que el mundo es tan grande y sin embargo, tan cercano.