martes, 16 de octubre de 2007

Run, Lana, run

Ése viene a por ti, sálvate mientras puedas Lana, alguien ha debido irse de la lengua. La chica corre Montera abajo encaramada en sus zapatos de charol rojos. El sueño español hace ya mucho que se ha convertido en una pesadilla. Aterrizó en Madrid con la promesa de ejercer la enseñanza. No sabía lo que le esperaba. Quiere volver a Rusia. Lleva ya varios meses siendo confidente. Conoció al sargento Ramos tomando café en el bar de la esquina de su casa. Tiene que encontrarle antes de que sea demasiado tarde, antes de que Miroslav la despelleje viva.

2 comentarios:

Lady Sullivan dijo...

Este cuento se lo dedico a mi Lanita que no es rusa sino georgiana y que gracias al cielo nunca se las ha visto como la protagonista del relato.
A ti, que eres una de las personas con más coraje frente a las adversidades que conozco y sin duda, la persona más positiva y más dulce del mundo. Eres un ser luminoso y taaaaaaaaaaaaaaaan buena gente que hasta resulta increíble comprobar que hay existen personas así en el mundo. Que yo haya tenido el honor de conocerte es una suerte inmensa.
Desde Madrid te mando un beso muy muy fuerte y otro para Lasha.

Anita Baker dijo...

Acabo de descubrir este cuento. Llénales el correo, Sully