jueves, 25 de octubre de 2007

Entonces, eras tú

Hasta siempre, Vladimir. Qué digo hasta siempre; hasta nunca. Ya no te aguanto más, no aguanto al desconocido en el que te has convertido. ¿Qué ha pasado con el chico que conocí en Anadyr? Eras tan dulce y tenías tantas ilusiones… Nos vinimos aquí para tener una vida mejor y mira en lo que te has convertido. No me gustan tus amigos y no sé en qué andas metido. No apruebo las ropas caras que llevas ni los ostentosos lujos en los que derrochas cantidades ingentes de dinero. No quiero joyas, no quiero pieles, no quiero ropa cara. Te quiero a ti. Quiero al que eras entonces.

No hay comentarios: